La Permisología Ambiental: Un Obstáculo para la Inversión en Chile

En Chile, la permisología ambiental se ha convertido en un desafío significativo para los proyectos de inversión. Los largos procesos de tramitación y las altas tasas de rechazo están frenando iniciativas clave en sectores como la minería, energía e infraestructura, afectando el crecimiento económico y la generación de empleo.Según estudios recientes, los permisos ambientales pueden demorar hasta 1.433 días en promedio para proyectos que requieren Estudios de Impacto Ambiental (EIA), superando ampliamente los plazos legales establecidos. Por ejemplo, proyectos mineros pueden tardar hasta 10 años en obtener autorizaciones, mientras que una planta desaladora puede enfrentar demoras de más de 11 años. Además, los permisos de mayor complejidad presentan tasas de rechazo de hasta un 30%, lo que genera incertidumbre y desincentiva a los inversionistas.

Estas demoras no solo elevan los costos —un EIA puede costar hasta $950 millones— sino que también afectan la competitividad de Chile frente a otros países. La falta de coordinación entre organismos públicos, regulaciones fragmentadas y la judicialización de proyectos, como el caso de Dominga, agravan el problema.

La reciente Ley de Permisología, aprobada en julio de 2025, busca reducir los tiempos de tramitación de permisos sectoriales entre un 30% y 70% sin comprometer los estándares ambientales. Sin embargo, los permisos ambientales, que son los más críticos, no fueron abordados en esta normativa, dejando un desafío pendiente.

Es urgente optimizar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para equilibrar la protección del medio ambiente con la agilidad que requieren las inversiones. Una mayor transparencia, digitalización y coordinación entre instituciones podrían ser la clave para destrabar proyectos y fomentar un desarrollo sostenible en Chile.